El Salt de Can Batlle
Un salto de agua hermoso con varias pozas y gorgs cerca de Santa Pau
La comarca de la Garrotxa es una región ubicada en el noreste de Cataluña. Es conocida por su impresionante paisaje natural, que incluye la Reserva Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa, la cual cuenta con más de cuarenta cráteres y conos volcánicos.
Dentro de la reserva natural, se encuentra uno de los municipios más bonitos de la comarca, el pueblo de Santa Pau. Aunque es conocido por su castillo medieval, hoy os queremos compartir una ruta genial para ver una de las cascadas más bonitas de la Garrotxa, el Salt de Can Batlle.
Es una excursión muy fácil, ideal para hacer con familia en cualquier época del año y que puedes hacer en una sola mañana.
¡Sigue leyendo!
💡 Recuerda que en los alrededores del Salt de Can Batlle hay infinidad de excursiones. Puedes consultar el listado de las mejores rutas en La Garrotxa para combinar tu escapada rural con otros sitios de interés.
Ficha resumen
Si te encantan las rutas con agua, visitar «gorgs» (pozas) y contemplar cascadas que nos brinda la naturaleza, el salto de agua de Can Batlle te va a enamorar. La propuesta que te hacemos es la siguiente:
Tipo de ruta | Lineal |
Dificultad | Fácil |
Distancia | 5 kilómetros |
Duración | Una mañana |
Época | Todo el año |
Apta para niños | Si ✅ |
Cómo llegar al Salt de Can Batlle
Para poder ir al Salt de Can Batlle tienes varias opciones. La forma más rápida es ir al último tramo de carretera más cercano al inicio del camino de tierra por donde pasa la ruta. Es la carretera que une Santa Pau con Olot, la GIV-5241. A lo largo de la carretera, hay varios lugares donde estacionar tu vehículo y caminar hasta el inicio de la pista forestal.
No están señalizados, pero se identifican rápidamente. Desde este punto solo debemos cruzar la carretera y caminar unos metros para encontrar la entrada al camino con un cartel que nos indica la dirección hacia el Salt de Can Batlle.
Para ello debes buscar en tu app GPS: Masia Can Batlle. Cuando llegues frente el camino que va a la masía, adelántate unos metros y busca sitio en los laterales. Recuerda que el acceso a la Masia Can Batlle es privado y, por lo tanto, no podemos aparcar dentro.
Otra alternativa es dejar el coche en el pueblo de Santa Pau y hacer una excursión un poco más larga pero más entretenida. Solo añadiríamos unos tres kilómetros de más a la ruta. A diferencia de la primera opción, te evitarás dolores de cabeza y problemas para poder encontrar aparcamiento.
Puedes seguir las indicaciones con tu app GPS en el siguiente mapa. Nosotros dejemos el coche frente la escuela CEIP Joan Maragall (Santa Pau):
Reservas Gorgs Santa Pau
Durante la temporada alta de verano, en la mayoría de gorgs de la Garrotxa se obliga a pagar una cuota fija para poder acceder a las pozas de agua. Además, es obligatorio hacer una reserva previa.
En el Salt de Can Batlle el precio de la reserva es de 6 € por vehículo.
La aportación se destina a mantener el espació natural protegido de Santa Pau. El año pasado la reserva obligatoria estuvo en funcionamiento hasta el 12 de setiembre de 10:00 a 19:00.
Puedes consultar toda la información en este enlace.
Inicio de la ruta Salt de Can Batlle
Una vez estacionado el vehículo, cruzamos la carretera y seguimos a pie por un camino asfaltado que va paralelo a la carretera. Hay un cartel que nos marca que la cascada está a tan solo 850 metros de distancia.
Empezamos a ver granjas con un paisaje de fondo de la Sierra del Torn. Al lado otro lado de la montaña encontraríamos el bonito pueblo de Castellfollit de la Roca, que os recomendamos visitar.
Pedra del Diable
En unos 200 metros llegamos a una masía conocida como Can Formiga. En su parte más al oeste y a nuestra izquierda, podemos ver un menhir de basalto de casi tres metros de altura y un metro de ancho colocado de forma vertical.
Es un monumento construido en la época del neolítico y calcolítico (3.000 años aC). En la cultura megalítica hay asociada una leyenda popular a este monumento que dice así:
Una mujer debía casarse con un joven que le esperaba al otro lado del Ter, cerca de Girona. El río bajaba con mucha fuerza y no podía atravesarlo. La chica prometió su alma al diablo si antes de las doce de la noche la llevaba al otro lado del río. El demonio se puso a construir un puente de piedra, con rocas muy grandes del Pirineo. Mientras llevaba la última, llegó la medianoche, y la dejó caer con gran estruendo al lugar por donde pasaba.
Seguimos de vuelta de camino a El Salt de Can Batlle
Si nos hemos acercado a la piedra del diablo, regresamos otra vez por el camino asfaltado por donde veníamos. Seguimos andando, y en unos metros llegamos al inicio del camino de tierra, con un cartel indicativo que nos marca la dirección al Salt de Can Batlle.
Desde este punto, el sendero está señalizado con marcas blancas y rojas del GR-2, además de varios hitos de piedra que harán imposible perderse.
El recorrido atraviesa un hermoso bosque de hayas y robles, salpicado de riachuelos, hasta que empezamos a escuchar el ruido del agua. Según la época del año, el volumen de agua será más grande, con que en primavera es un auténtico espectáculo.
En menos de quince minutos llegaremos a un puente que nos permitirá contemplar el Salt de Can Batlle al completo, ¡un auténtico espectáculo de la naturaleza!
El Salt de Can Batlle
Desde aquí podemos observar como El Salt de Can Batlle está formado por varios saltos de agua que forman pequeños gorgs preciosos, y que en días de calor son un perfecto sitio para bañarse.
Después de inmortalizar la cascada, decidimos aproximarnos hasta los pies del salto. Para ello, seguimos el camino a nuestra izquierda que va directo a la cascada hasta llegar a un árbol con una cruz amarilla. La bajada está bastante erosionada, pero nos podemos ayudar de una cuerda para bajar.
El lugar es impresionante. La combinación de colores verdes, azules y marrones le dan un toque especial. Podríamos quedarnos todo el día contemplando esta pequeña joya que nos brinda la naturaleza. Sin duda, el Salt de Can Batlle es una de las cascadas más bonitas que hemos visto en Catalunya.
Tal y como hemos admirado, la cascada tiene dos saltos distintos. Así que decidimos bajar a la parte inferior donde el agua baja con mucha más intensidad. El paisaje aún es más salvaje, con troncos caídos, piedras llenas de musgo y un contraste de color brutal.
Y con el puente inicial de fondo, hacemos las últimas fotos de la jornada.
De vuelta al coche
Tuvimos la suerte de estar prácticamente solos, y pasamos casi toda la mañana frente el Salt de Can Batlle. Pero en algún momento teníamos que volver.
Ya que la ruta no es circular, para regresar al coche solo debemos deshacer el camino por donde hemos venido, y en menos de treinta minutos estaremos de vuelta al aparcamiento.
Consejos para ir al Salt de Can Batlle
Y para terminar, os queremos dar algunas recomendaciones para qué podéis planificar y disfrutar de un día en plena naturaleza:
- Si realizas la excursión en verano, recuerda que necesitas realizar la reserva previa con antelación.
- Si vas con intención de bañarte, recuerda que el agua está realmente muy muy fría
- El camino es fácil, llévate calzado cómodo para caminar por terreno de tierra y piedras.
- Puedes combinar la salida con una visita al pueblo de Santa Pau, muy conocido por el castillo medieval del siglo XIII ubicado en medio del pueblo.
- Y sobre todo, recuerda cuidar el entorno, llevarte toda la basura que generes y respetar a los demás.
¡Nos vemos en próximas aventuras!
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